La industria ballenera fue la más importante del s. XIX, algunos la han comparado con la industria petrolera actual. En los tiempos, de la primera y la segunda revolución industrial, el aceite para todas esas máquinas de vapor se extraía de las ballenas. El alumbrado de lámparas de aceite de las casas y la fabricación de las velas más finas venía de las ballenas.

Los huesos de las ballenas eran considerados “el plástico del s. XIX”. El esperma de ballena, una substancia en su cabeza, era muy importante para la industria del perfume y costaba más que el oro. También se elaboraban fustes para caballos y varillas para los corsés de las damas con las barbas de las ballenas, estas son las largas y flexibles láminas en la boca de las ballenas no dentadas con las cuales usa para atrapar su alimento.

No fue sino hasta finales del s. XIX que se empezó a reemplazar el aceite de ballena con los derivados del petróleo.

La caza de ballenas

Era un oficio duro y peligroso. Un vigía daba la voz de alerta cuando veía manada de ballenas, entonces se bajaban tres botes con remeros que las perseguían, con un arponero al frente. Cuando estaba al alcance de una ballena, la arponeaban, ésta intentaba huir, arrastrando los botes, cuando finalmente se paraba exhausta la mataban. Tenían que destazarla rápidamente para que no fuera presa de los tiburones.

En estos combates algunos botes se perdían, se volcaban, hombres caían al mar, o eran arrastrados por las cuerdas atadas a los arpones o sufrían golpes o cortaduras con las astillas. Morían más balleneros que ballenas. Alguien ha comparado la caza de las ballenas con la caza de los mamuts, pero en el mar. Una lucha entre el hombre y la naturaleza. No fue sino hasta principios del s. XX que los noruegos inventaron un cañón arpón con lo que facilitaron la caza de las ballenas y que casi las ha llevado hasta su extinción.

La novela

Moby Dick es una de las novelas emblemáticas de la literatura estadunidense, escrita por Herman Melville, describe la obsesión del capitán Ahab por matar una ballena blanca que destruye los barcos balleneros al embestirlos con su cabeza. A pesar de todos los malos augurios, el capitán Ahab se empeña en buscarla por todos los mares hasta enfrentarse con ella, ya en un duelo anterior con ella había perdido una pierna, por lo que busca su venganza. Cuando finalmente la encuentra, Moby Dick destruye su barco y mata a toda la tripulación, salvo a Ismael, el narrador del libro.

Las disertaciones filosóficas del capitán Ahab acerca de la soledad, el destino, la Biblia llenan a esta novela de simbolismo. Aunque nadie está seguro del significado de la novela, algunos la interpretan como la lucha del hombre contra el mal, encarnado por Moby Dick. Otros aseguran que es la búsqueda sin fin del hombre por comprender a Dios, un recordatorio que el hombre en su limitación nunca podrá comprender lo inconmensurable.

Mocha Dick

Lo que pocos saben es que realmente existió una legendaria ballena blanca, llamada Mocha Dick, que atacaba los barcos balleneros, se dice que llegó a tener hasta cien peleas con ellos antes de ser finalmente cazada.

Herman Melville fue ballenero durante una parte de su vida, navegó por los mares del Océano Pacífico, donde seguramente escuchó esta historia o leyó el libro acerca de ella, ya que era un lector voraz. Las historias acerca de Mocha Dick no son muy claras y se entrecruzan y mezclan. Aquí les contaremos dos de ellas.

Una cuenta la desventura del ballenero Essex, con un capitán inexperto familiar de los dueños de la compañía, partió a hacer fortuna. Cuenta la historia que cuando estaban cazando a una ballena junto con su ballenato, una inmensa ballena macho blanca regresó para protegerlas y cuando fue arponeada, en vez de huir como la mayoría de las ballenas, en su furia embistió al barco causándole una entrada de agua que lo hizo, finalmente irse a pique.

Los marinos quedaron abandonados en sus pequeños botes en medio del Océano Pacífico, su travesía de regreso fue todo un martirio sufriendo de insolación, hambre y sed. Encontraron una pequeña isla y algunos de ellos decidieron quedarse a vivir ahí, los otros reemprendieron la navegación en busca tierra firme en de Sudamérica. De los tres botes, se separaron en una tormenta, uno se perdió para siempre, los otros dos llegaron a salvo, pero después de grandes penurias, sólo sobrevivieron al recurrir al canibalismo de sus compañeros muertos. Cuando finalmente llegaron a la costa contaron su historia y se envió un barco a rescatar con éxito a sus compañeros varados en la isla. Se cuenta que para, aún más desventura, de algunos de los sobrevivientes, el cuerpo que comieron para sobrevivir era de un pariente de uno de los dueños de la compañía ballenera que al enterarse juró venganza y se dedicó a cazarlos para eliminarlos. Toda una tragedia.

Esta historia ha sido narrada en un libro y una película con el mismo nombre “En el corazón del mar”.

La muerte de Mocha Dick

Aunque varios balleneros se han atribuido la muerte de Mocha Dick. Una de las historias más aceptadas cuenta que fue sólo mediante la unión de cuatro barcos balleneros que se dieron a la tarea de buscar a Mocha Dick en las costas de Chile que fue posible cazarla. Después emboscarla cerca de la isla Mocha (de ahí su nombre) de una terrible lucha en la que se enfrentó a doce botes balleneros quedó finalmente muerte y entró formar parte de una de las más memorables leyendas del mar.