Un amante de los libros le pidió al arquitecto que diseñara su casa alrededor de una gran pared de llena de libros, pero había dos problemas: uno era que el terreno de la casa no era muy grande, como es común en Japón, por lo que era conveniente quitarle espacio a la casa añadiendo escaleras para alcanzar los estantes superiores. El segundo problema era la seguridad en caso de temblor, para que no cayeran encima de su propietario en caso de un siniestro.

Así nació “la casa de Shinyoshida”, por el barrio donde está construida. El arquitecto Fujii llegó a una simple y elegante solución: inclinó la pared occidental de la casa. Con este sencillo arreglo logró crear una escalera natural para que cualquier miembro de la familia pueda subir hasta el estante más alto para buscar su lectura y además con esa inclinación logró obtener un espacio extra para asentar los libros y por la geometría hacer más difícil que estos caigan en caso de un terremoto. Además, logró armonizar todo en un espacio bellamente habitable. Esperamos que te guste.