Tide Pod Challenge: el nuevo y peligroso reto viral de internet

Publicado en Sociedad
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Increíble, pero cierto: ahora hay que recordar atentamente que los detergentes no son dulces y no se comen.

Los retos entre adolescentes no son nada nuevo. De hecho, muchos argumentaran que son parte normal de la vida. El problema se encuentra cuando estos desafíos ponen en riesgo la vida.

Gracias al internet, cada día nos encontramos con nuevos “retos” grabados en videos virales, invitando a muchos otros jóvenes a participar del desafío. Aunque algunos son divertidos, inocentes, o incluso pueden ayudar a una buena causa, otros tantos terminan con una inesperada visita a la sala de urgencias.

Entre la última categoría encontramos al “Tide Pod Challenge”, en el cual jóvenes se filman cocinando, masticando o comiendo cápsulas de detergente líquido.

El nombre del reto tiene su origen en la propia campaña publicitaria de la compañía Tide en el que invitaban a sus usuarios a comprobar que una sola cápsula de detergente líquido (un “Tide pod”, que salieron a la venta en 2012) era capaz de eliminar hasta la mancha más difícil. Pero el paso de un reto de limpieza al desafío viral que es hoy es más difícil de rastrear.

Desde que surgió este nuevo producto las autoridades advirtieron a los padres que se mantuvieran lejos del alcance de los niños, ya que sus colores brillantes y su agradable aroma hacía que los confundieran con dulces. Tras varios casos de envenenamiento e incluso muerte accidental, a las cápsulas se les agregaron una capa con sabor amargo para que fueran escupidas inmediatamente, y se creó un exhaustivo sitio con indicaciones de seguridad para el uso del producto.

Sin embargo, los atractivos colores despertaron la curiosidad no sólo de los niños, también de jóvenes que empezaron a compartir su “antojo” por probar alguna de las cápsulas. Lo que comenzó como una broma pasó a ser realidad cuando alguien finalmente decidió probar las cápsulas y filmarse mientras lo hacía. Desde 2012 hacen su aparición estos videos, pero alcanzaron su mayor popularidad en diciembre de 2017, ganándose el título de ser el “primer reto viral de 2018”.

Y aunque parece algo obvio que no es bueno comer detergente, las cifras de incidencias de este particular tipo de intoxicación han aumentado junto con la popularidad de los videos. Mientras que en 2016 se reportaron 39 intoxicaciones por uso mal intencionado de estas cápsulas en adolescentes, la cifra creció a 53 casos en 2017, mientras que solamente en los primeros 11 días de 2018 ya había reportados 39 casos de intoxicaciones, de las cuales al menos la mitad se sabe que fueron intencionales.

Con altas concentraciones de etanol, peróxido de hidrógeno y polímeros de cadena larga, incluso ingerir una mínima cantidad de estos detergentes tiene repercusiones en la salud, provocando diarrea y vómitos severos. También se pueden provocar quemaduras en la boca y en el tracto gastrointestinal, arresto respiratorio, cambios en la presión sanguínea y en el ritmo cardiaco, llevando incluso a la pérdida de la conciencia y a tener convulsiones.

Así que, aunque parezca que no hace falta decirlo, debemos recordar la advertencia: no todo lo que brilla es oro, ni todo lo que tiene brillantes colores y un agradable aroma es comestible.

 

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