¿Qué podemos regalarle a Dios esta Navidad? #NaceLaEsperanza

Publicado en Fe
Valora este artículo
(1 Voto)

Éstas fechas se caracterizan por compartir con la familia y los amigos, por estar reunidos en una misma fecha e incluso por intercambiar regalos entre nuestros seres queridos, pero nos hemos puesto a pensar, ¿qué quiere Dios de regalo?

Aquí en Veritas te compartimos estas opciones que podrán ser un estupendo regalo para el Niño Dios en estas fechas y créeme que será un regalo impresionante para alguien más, incluso para ti.

Visitar a un Enfermo 

Porque hay tanta gente que sufre en hospitales y clínicas de salud de cada comunidad, enfermos que no tienen familiares ni amigos que los visiten y que viven solos su enfermedad. Basta con asistir a estos lugares y preguntar a las enfermeras qué persona no recibe visitas, acercarse y conversar con él, escuchar sus problemas y tratar de darle un consejo, animarlo, u orar; alguna acción que lo haga recobrar fuerzas para seguir luchando contra su padecimiento; inyectarle ganas de continuar con su vida.

Hacer un regalo para alguna persona desfavorecida o necesitada 

Hay cientos, miles de personas que pasan necesidades económicas. Es claro que no se puede ayudar a todas, pero sí llevarles a alguna de ellas, necesitada y sufriente, una comida o un regalo que los alegre, para que de este modo sepan que no están solos en su dolor; que comprendan que Dios, a través de sus ángeles en la tierra –nosotros–, les hace sentir que siempre habrá alguien que les pueda echar la mano en sus necesidades.

Rezar

Debemos de procurar un tiempo diario menos para pedirle a Dios por nuestros deseos, que por los sufrimientos de nuestro prójimo, o mejor todavía: para platicar con él y agradecerle por todas las bendiciones que ha derramado sobre nosotros y nuestras familias.

Acercarnos a un familiar distanciado

Muchas veces la cotidianidad nos aleja de nuestra familia que tal vez en años anteriores visitábamos con frecuencia; si les llevas en estos días un presente, por más pequeño que sea, ellos sabrán que aún siguen siendo importantes en nuestras vidas, y al mismo tiempo, reforzaremos a nuestras relaciones familiares.

Cambiar nuestra actitud

El ser honesto en nuestras acciones, aplicar la justicia con los demás, el respetar las debilidades y fortalezas de nuestro semejante, tratar con amabilidad a quienes nos rodean, desde la persona que con tanto empeño hace los trabajos de nuestra casa como con nuestros compañeros de trabajo, o con las personas que se cruzan en nuestro camino, a través de una sonrisa o darles los buenos días, hará que se respire un verdadero espíritu de la Navidad.

Dios nos ha enseñado a amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, y lo hizo con el ejemplo, al sacrificar su vida y triunfar en la cruz por todos nuestros pecados. Sé que lo haremos feliz si le regalamos de corazón algunos o todos los regalos que recién compartí arriba; hagamos la prueba y veremos en nuestra vida la respuesta que él nos dará por los regalos que le hemos ofrecido.