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En unos días iniciamos el Tiempo de Adviento. Tiempo de espera alegre, porque Dios se ha hecho hombre y ha habitado entre nosotros, enseñándonos el lenguaje adecuado para dirigirnos a Dios como Padre. Para mostrarnos que la Misericordia de Dios abarca a toda la humanidad, y para enseñarnos el Camino de la felicidad plena y verdadera.
En este Tiempo de Adviento, Él nos enseña que nuestra realeza está en servir a los demás; en tener compasión de la fragilidad del prójimo y en tenderle la mano a quien lo necesita.
Que esta realeza no tiene nada que ver con “sentirnos más” o con “llenar de sobra” nuestra vida con todo aquello que tiene un “valor efímero” y pasajero. Realeza que está fundada en el Amor capaz de dar la vida por el amigo!
San Pablo nos resume la humildad de Cristo: por amor al Padre y a los hombres, de una manera profunda: Es significativo ver la manera en que él hace énfasis en la pobreza de Cristo, no sólo “desvistiéndolo” de lo material o de cualquier ropa humana, sino que –por voluntad propia- se despoja hasta de lo más precioso e íntimo, dejando “la casa del Padre” para habitar entre nosotros:

“Cristo, a pesar de su condición divina,
no hizo alarde de su categoría de Dios;
al contrario, se despojó de su rango
y tomó la condición de esclavo,
pasando por uno de tantos…” (Filipenses 2, 6-7)

Prepararnos para la Navidad, significa mucho más que planear una cena o hermosos regalos… Incluso significa mucho más que tener buenos deseos para los demás –desearles “lindas fiestas”- como quien desea un hermoso clima para el fin de semana.
Preparar la Navidad, es preparar un “Encuentro” personal con Jesús. A semejanza de los pastores de Belén, significa “ir” –un camino de conversión- y “adorar” –reconocerlo como el único Rey- al Dios por quien todo cuanto existe ha sido creado…
Es preparar este “Encuentro” que nos permita darle posada en nuestros corazones… Dejarlo habitar entre nosotros para que sea Él quien transforme nuestra vida, nuestros hogares y costumbres… Para que todo cuanto hagamos sea depositarlo en el pesebre y –con un hermoso canto- poderle entregar también nuestras vidas

Que Dios te bendiga
Tu amigo Zurc0
Twitter: @Zurc0

Modificado por última vez en Domingo, 19 Agosto 2012 00:39
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