Trabajar en arrancar de nuestro corazón, mente y sentimientos, aquellas “cargas negativas” que hemos acumulado durante varios años: Quizá la desaprobación de los padres, la traición de algún amigo, o las humillaciones acumuladas por personas que han pasado por nuestras vidas… sin dejar de lado los malos entendidos…

Perdonar: Recordar sin deseos de venganza, sin que nuestro corazón se vuelque en odio. Es sanar una herida que, aunque difícil, ya ha dejado de sangrar. Es dejar que en nuestro corazón y mente, la paz haga a un lado al odio. Que se renueve la alegría y la confianza.

Perdonar es también, aprender a recordar todo lo bueno que hemos recibido de Dios y de las personas que nos rodean. Recordar esos buenos momentos, nos ayuda a mitigar la tristeza de las ofensas y es un “buen paso” para la Reconciliación.

Te comparto este buen video de reflexión y reconciliación:

Hasta pronto.
Tu amigo Zurc0.
Twitter: @Zurc0