
Muchas veces se confunde el concepto de la inteligencia emocional como una forma de reprimir las emociones, cuando en realidad se trata de observarlas, escucharlas y decidir cuál es la mejor forma de manejarlas de acuerdo a la situación en la que nos encontremos.
Las emociones son señales, ¡escúchalas!
Las emociones nos indican que algo está pasando, pero a veces estamos tan atareados o inmersos en nuestras ocupaciones que no les prestamos la debida atención. Nuestras emociones están tratando de señalar algo que ocurre con nosotros.
Un momento de calma para ver qué está ocurriendo
Por eso, es muy importante tomarnos, al menos, un momento durante el día para calmarnos y ver cómo nos sentimos y por qué nos sentimos así. Ya sea frustración, enojo, alegría, etc. Debemos definir el sentimiento claramente y tratar de buscar su origen.
Muchas veces por no atender las señales que nos mandan nuestros sentimientos sentimos estrés, pero si observamos más detalladamente nos podemos dar cuenta que no solamente es estrés, sino que son diferentes emociones acumuladas que no han sido atendidas.
Por ejemplo, puede ser que nos sintamos enojados porque no nos trataron bien en el transporte público y todavía estamos quejándonos de esa situación que ya pasó. Tal vez, tuvimos un malentendido con nuestra pareja y seguimos dolidos por esta situación. Y encima, ¡todo el trabajo que tenemos que realizar!
Definir y decidir
Pero si vamos desmenuzando todos esos sentimientos que pasan por la conciencia y reconocemos su origen podemos empezar a trabajar con ellos, uno por uno, para buscar soluciones.
Buscando soluciones
Algunos serán fáciles de resolver, una vez que les ponemos atención, simplemente basta con darnos cuenta que no valen la pena y que tal vez no tengan remedio, pero que es más importante nuestra paz mental que amargarnos la vida por una cosa insignificante. Por ejemplo, si nos cobraron un poco más en el taxi, ya pasado no se puede hacer nada y es mejor olvidarlo y seguir adelante.
Otros requieren de mayor esfuerzo, si el desencuentro con nuestra pareja es algo temporal debemos buscar formas de acercarnos y resolver las situación, ver de nuestra parte que hicimos mal, aceptarlo y pedir perdón, y también si fuimos heridos se lo debemos hacer saber, pero sin buscar culpables si no buscando soluciones. Esto requiere más tiempo y esfuerzo pero con buena voluntad se puede resolver.
Otras situaciones serán más complicadas de resolver y debemos tener una perspectiva de largo plazo, por ejemplo si sentimos una insatisfacción con nuestro trabajo y queremos cambiar de carrera debemos entender que no se puede hacer de un día para otro, pero lo que sí podemos hacer es empezar a planear y trabajar para lograr este cambio.
El mayor de nuestros problemas: nuestro ego
Y aún hay otros problemas que será más difícil reconocer que es cuando estamos equivocados. No siempre nuestras emociones están en lo correcto, a veces hablan de un ego herido, no querer aceptar una falta, etc. A veces, simplemente no lo vemos y en otras ocasiones no queremos aceptarlo, pero una vez que siendo sinceros nos damos cuenta de la falta, es fácil de corregir, pero se necesita de mucho valor para hacerlo.
Al final, esta es la forma en que vamos madurando y siendo responsables de nuestros propios sentimientos y en vez de dejar que ellos nos gobiernen, somos nosotros los que empezamos a manejarlos mejor desarrollando una agilidad emocional que nos hará personas estables y confiables.