Motivaciones duraderas en el trabajo

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Son diversas las razones por las cuales realizamos alguna labor desde sentirnos aceptados, la necesidad de buscar la aceptación de los demás hasta evitar un peligro por miedo a que algo nos ocurra.

La motivación es una especie de fuerza interna que impulsa a actuar a las personas para cubrir ciertas necesidades sean éstas físicas, psicológicas o espirituales. Existen motivaciones que son de corto o largo plazo.

Las motivaciones que responden a circunstancias externas o simplemente reactivas no suelen perdurar en el tiempo. Por ejemplo, el trabajador que cumple una orden simplemente por la presión de su jefe dejará de hacerlo cuando desaparezca la presión externa pues no ha interiorizado el valor de lo que hace o se le manda.

Por el contrario, las motivaciones que están arraigadas en nuestras convicciones y brotan de lo profundo de nuestro ser permanecen en el tiempo. En la medida que la razón de nuestro actuar sea trascendente podrá incluso sobrellevar adversidades. Por ejemplo, trabajar para sostener a la familia o dejar un legado con nuestro trabajo son motivaciones que van más allá de nuestros intereses personales.

Para poder liderar a las empresas los jefes deben entender las motivaciones detrás de sus trabajadores. Existe un autor inglés conocido, G.K. Chesterton que formulaba lo siguiente: “Estoy bastante menos interesado en lo que la gente hace que en por qué lo hace.” El reto es identificar cuáles son las motivaciones actuales del trabajador e ir ayudando a la persona a avanzar desde motivaciones circunstanciales o de corto plazo a ideales trascendentes que sean de largo plazo. En dicho proceso se debe ayudar a reordenar las motivaciones cuando éstas buscan fines egoístas o inapropiados para el bien común de la organización (por ejemplo, un afán de competencia desmedido que vaya en desmedro del resto de colaboradores).

Finalmente, es importante mantener viva dichas motivaciones para evitar caer en la rutina o el desaliento ayudando al trabajador a relacionar lo que hace cotidianamente con el horizonte que aspira conquistar. No se trata de correr apresuradamente un corto tramo de la carrera sino de llegar a la meta final.

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