Desde el siglo XIII (entre los años 1200 al 1299) ya se hacía referencia a un llamado "espíritu libre", que supuestamente seguía la profecía de Joaquín de Fiore, al respecto de una Edad de Oro espiritual, en Francia, Italia y Alemania, en donde todos seríamos parte de Dios (panteísmo espiritual) y disfrutaríamos de todo tipo de prácticas sexuales sin freno. Posteriormente, en el siglo XVII (entre los años 1600 al 1699) se le llamó libertinismo en Francia.

Según los libertinos la vida del ser humano debe ser ¨natural¨, sin restricciones, con una supuesta ¨perfección divina¨, sin frenar sus instintos y dejándose llevar por la atracción natural al placer físico.

Desde el punto de vista humano es muy claro que este enfoque de vida no puede llevar sino a la destrucción de la persona, ya que nosotros crecemos por medio del esfuerzo, de trabajar aunque nuestros instintos nos inviten a descansar, a buscar una persona para realizar nuestra vida en el verdadero amor aunque lo fácil sean relaciones sexuales sin compromiso, y así enfocándonos hacia un esfuerzo creativo y fecundo, uno que permita el mejor desarrollo de nuestras facultades, no el abandono hacia el mero placer, es que podremos realizarnos en verdad, y esto lo haremos solamente honrando y alabando a Dios, tal como lo podremos ver en este video;