Pesando 595 kg en 2017 cuando el Libro de Records Guinness lo nombró el hombre más obeso del mundo, el mexicano Juan Pedro Franco es un reflejo de uno de los más grandes problemas de salud que enfrenta actualmente su país natal.

Una combinación de factores lo llevaron a ganarse el título, sobresaliendo un mal diagnóstico de hipotiroidismo que afecta su metabolismo, haciendo que gane peso con facilidad y que lo pierda con mucha dificultad.

Aunque no es el único factor en su contra, sin duda alguna esta enfermedad ha permeado su habilidad no solo para curarse, sino para encontrar la ayuda médica que necesitaba, pues fue rechazado en más de una ocasión por varios médicos y hospitales.

Si algo bueno surgió de su título como “el hombre más obeso del mundo”, es que su historia se hizo conocida gracias a los medios de comunicación, llamando la atención del doctor José Antonio Castañeda, quien ahora lidera a un equipo de 30 especialistas enfocados a recuperar la salud de Juan Pedro, que ahora ve una nueva esperanza para realizar sus sueños, además de resultados realmente significativos, pues en tan solo 10 meses ha bajado más de 200 kg de peso.

Ayudado por profesionales de la salud, su familia y su fe, Juan Pedro sabe que su batalla aún es ardua, pero espera que su testimonio, ayude a otros casos similares al suyo a superarse y a encontrar el apoyo que necesitan para hacer frente a su situación.