1

Date tiempo de conocer y reconocer cada uno de tus estados de ánimo, así como las situaciones que los provocan. Es especialmente importante poner atención a las cosas que te hacen sentir cabizbajo, no para evitarlas, sino para no darles importancia de más, solamente la necesaria.

2

Hay ciertas ocasiones en las cuales los pensamientos negativos inundan nuestra cabeza. Estos pensamientos suelen formar patrones que luego se convierten en hábitos. Por eso es importante conocer estos patrones y desafiarlos con pensamientos optimistas y realistas antes de que echen raíces.

3

No dejes que lo que los demás digan de ti determine quién eres. No te dejes dirigir por este tipo de palabras, y crea a la persona que quieres ser mediante acciones positivas.

4

No dejes que los demás se aprovechen de ti, y haz valer tus propios límites.

5

Está bien pensar las cosas, el problema está cuando le damos demasiadas vueltas al asunto en nuestra cabeza sin tomar ninguna acción. Sobre pensar las cosas solo produce estrés, así que evítalo y acepta que cada cosa toma su propio tiempo.

6

En algún momento, todos necesitamos un poco de apoyo, así que no tengas miedo de pedir ayuda, pues esto demuestra que te conoces a ti mismo, que tienes fortaleza y confianza, tanto propia como en los demás.

7

Los cambios pueden ser positivos, así que no tengas miedo a probar cosas nuevas y diferentes a lo acostumbradas. Si resulta ser algo no tan agradable, ve el lado positivo y aprovecha la experiencia para aprender.

8

Invierte tu tiempo en formar lazos de amistad con personas positivas y enriquecedoras.

9

De la misma manera, no dudes en dejar de lado amistades que sean malas para ti.

10

Finalmente, recuerda que, aunque no tienes el control sobre lo que pasa en esta vida, tú eres el que decides cómo reacciona ante cada situación con la que tropiezas. Así que, pase lo que pase, toma la decisión de disfrutar de la vida.