Al ver la proliferación de grafittis pintados sobre las fachadas y bardas de su colonia, Jayro Díaz Hernández, de once años, decició hacer algo.
Hecho con nopal, glicerina y etanol, el removedor se aplica con una fibra y se talla sobre el grafitti sin afectar la pared original. Ha sido probado en cantera negra, cantera rosa, laja de barro, cantera blanca, lámina y vidrio. Mantiene el color original de la pared por lo que no es necesario volverla a pintar. Después de aplicarlo, se quita el removedor con agua.
Por este invento Jayro recibió el primer lugar a nivel primaria en Segundo Encuentro Nacional de Jóvenes y Niños Investigadores del programa de jóvenes talentos. Este programa le ayudó para recibir la guía de maestros de la Universidad Latina de América (UNLA), quienes le guiaron para indicarle cómo realizar el análisis y búsqueda de la información, cómo presentar su proyecto y cómo realizar las pruebas para que su producto tenga las características necesarias.
Jayro, es sincero y reconoce que se siente muy satifecho con los resultados de su invento, pero que ha tenido que dedicar menos tiempo a jugar fútbol, al que no piensa renuncia aunque tenga mucho amor por la ciencia.
