Una investigación se dio a la tarea de averiguar cómo respondía el cerebro al realizar acciones altruistas.
Actuar de manera altruista se ha asociado con varios beneficios para la salud, incluyendo disminución de síntomas de la depresión, una menor presión sanguínea y una mayor longevidad.
Sin embargo, los mecanismos por los cuales se lleva a cabo esta relación no se han identificado aún.
Para identificar qué mecanismos neurales contribuyen a la relación entre el altruismo y la salud, investigadores de la Universidad de Pittsburgh realizaron dos experimentos.
En el primer estudio, en el cual participaron 45 personas, cada uno tenía la oportunidad de ganar boletos de una rifa para apoyar ya fuera a un amigo o familiar (ayuda dirigida), a una organización benéfica (ayuda no dirigida), o quedarse con el dinero. Tras ello, los participantes realizaron una prueba de reconocimiento emocional en caras, durante el cual se tomaron imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI).
Sin importar el tipo de ayuda que se proporcionaba, se vio un incremento en la actividad del estriado ventral y del área septal, áreas que se han vinculado con el cuidado parental. Sin embargo, cuando la ayuda era dirigida, la activación del área septal se relacionó con una menor activación de la amígdala, cosa que no se vio con la ayuda no dirigida.
En el segundo experimento, donde participaron 384 individuos, se realizaron nuevamente las pruebas de reconocimiento emocional con imágenes de resonancia magnética funcional, solo que en esta ocasión los individuos debían relatar ocasiones en las que se habían comportado de manera altruista, ya fuera con un conocido o con una organización.
Los resultados de nuevo mostraron que al dar ayuda dirigida la activación del área septal inhibe la activación de la amígdala.
Así, todo parece apuntar a que los beneficios son mayores cuando se conoce a la persona que se va a ayudar. Igualmente, el estudio sugiere que las mismas áreas del cerebro que se activan cuando se cuida a los hijos son las que se activan cuando se proporciona ayuda a otras personas.
Sin embargo, aún no están claros los mecanismos por los cuales el comportamiento altruista puede mejorar la salud. Aunque la inhibición de la amígdala cerebral, relacionada con el procesamiento de emociones y del estrés, parece tener la respuesta, los resultados obtenidos no permiten encontrar una relación causa-efecto particular.
Aún falta mucho por conocer para saber exactamente el papel del altruismo en la salud.
Fuentes:
Neural Correlates of Giving Social Support: Differences between Giving Targeted versus Untargeted Support
Así afectan a tu cerebro las acciones altruistas
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