¿Es seguro consumir directamente el agua que cae en forma de lluvia?
No. La respuesta más sencilla a ésta pregunta es simplemente no. Y esto se debe a la contaminación atmosférica.
En realidad, el agua de lluvia en sí misma no conlleva ningún peligro. El problema es que, al caer del cielo a la tierra, el agua atrapa y arrastra consigo a todos los contaminantes del aire que se encuentra en su camino.
Por ello, dependiendo del lugar en el que ocurra la precipitación, será la calidad del agua de lluvia.
En las grandes urbes el agua de lluvia se encuentra llena de contaminantes. Esta es una de las razones por las que, a pesar de que cada año caen grandes cantidades de agua de lluvia en la Ciudad de México, no es posible aprovecharse de ella para consumo humano.
Y es que el agua de lluvia de la CDMX contiene toda clase de contaminantes, según reveló un estudio realizado por el Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA).
¿Te has enfermado tras mojarte en la lluvia? Esto se debe a, aparte de los cambios de clima, la gran cantidad de microorganismos y sustancias químicas que contenía el agua.
Además de los microbios, ésta agua contiene varios metales pesados como aluminio, cadmio, cromo, vanadio, plomo, zinc, manganeso, hierro, mercurio, “así como arsénico, rodio, paladio, rubidio y níquel, algunos de éstos muy evidentes por provenir de las gasolinas y de los convertidores catalíticos”, de acuerdo con los resultados obtenidos en el CCA.
Si esto no fuera suficiente, otros de los contaminantes atmosféricos que se encuentran en gran cantidad son los óxidos de nitrógeno y óxidos de azufre, que al reaccionar con el agua forman ácido nítrico y ácido sulfúrico. Por ello, gran parte de la lluvia que cae en la ciudad es considerada como ‘lluvia ácida’.
En conclusión, el agua de lluvia no cumple con los requisitos necesarios para usarse como agua de consumo humano, al menos no sin un intenso tratamiento previo.
Cosecha de agua de lluvia
A pesar de las malas condiciones en las que cae el agua de lluvia de la CDMX, se ha demostrado que, con los recursos suficientes, es posible purificarla y aprovecharla para su consumo.
Desde hace 5 años la UNAM ha llevado a cabo el Proyecto Jugo de Nube, que recoge el agua de lluvia, para después purificarla utilizando varios filtros (de partículas de 90 micras, de carbón activado y KDF, así como uno en bloque de 10 micras) y eliminando los microorganismos del agua mediante la inyección de ozono.
El agua obtenida cumple con la normatividad establecida para consumo humano, por lo cual se ha utilizado para abastecer dos bebederos dentro de las instalaciones de la universidad.
Sin embargo, a pesar de los buenos resultados obtenidos por el proyecto, se requiere de una gran infraestructura para poder contemplar al agua de lluvia como una fuente viable de agua potable, poniéndose especial énfasis en lograr una adecuada captación del agua de lluvia, así como una filtración, purificación y un almacenamiento propio para este recurso.
Fuentes
El agua de lluvia no sirve para beber
Tratada, el agua de lluvia sí es opción de consumo
Agua de lluvia, una posibilidad lejana
El apocalipsis del agua