Evita Sorpresas: 7 cosas que todos los recien casados deberian saber

Publicado en Familia
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La ilusión del matrimonio es bellísima, tanto que cualquiera puede caer en ella enamorado, pero sin pleno conocimiento ni convicción de lo que el Sacramento conlleva.

A lo largo de mi vida, me he topado con muchos casos así; aquellas parejas que se amaban profundamente en el noviazgo, pero que al casarse terminaron por desconocerse. ¿La razón? Ciertamente solo ellos, como pareja, la saben.

Lo que sí puedo encontrar en común en todos los casos es esta frase: «me hubiera gustado saberlo antes de casarme». De ahí nace una serie de cuestionamientos que, sin duda, pusieron sus matrimonios en la cuerda floja.

Debo aclarar que no soy experta matrimonial ni nada por el estilo, pero conozco de primera mano muchas de estas interrogantes (o realidades) que, aunado a mi experiencia en familia, quisiera compartirte para evitar «sorpresas» cuando el casamiento esté a la vuelta de la esquina (o si te acabas de casar).

Aquí te las comparto:

1. No te casaste para ser feliz

¡Qué declaración tan fuerte! Pero tan necesaria; te casaste por vocación, para hacer feliz a tu pareja y buscar juntos la santidad.

Claro que habrá momentos de muchísima alegría, pero también experimentarán dificultades y crisis que harán madurar su amor. Por ello, antes de hablar de consejos para matrimonios y ya antes de casarte, te recomiendo que platiques con tu pareja cómo les gustaría resolver conflictos, ya sea entre ustedes o con el exterior.

Algunas personas prefieren reflexionar un tiempo antes de charlar sobre el problema, otros prefieren resolverlo en el momento. La recomendación es escuchar los métodos del otro y tratar de respetarlos para el mayor beneficio de la pareja.

Recuerda que los conflictos no siempre son señal de una pareja disfuncional, por el contrario, podrían significar un crecimiento en pareja.

2. El silencio lastima

No tienes idea del enorme daño que el callar puede causar. El silencio puede significar desinterés, hostilidad y, en general, una mala disposición para construir una relación en pareja sólida.

Si ya elegiste a la persona con la que estás dispuesto(a) a pasar el resto de tu vida, por favor, háblale. Uno de los mejores consejos para matrimonios es: tómense el tiempo para tocar cuanto tema se les ocurra, sin temor ni prejuicios. Están juntos para escucharse y comprenderse.

Grandes conflictos matrimoniales se han surgido de una mala comunicación, inclusive solo por pena a tocar ciertos temas. Piensa, «esta persona es con quien he elegido ir al Cielo, ¡más vale que lo conozca bien!».

3. El servicio es parte de mi misión matrimonial

En este punto te comparto una frase que me topé en la red: «el matrimonio es una comunidad de servicio». Creo que resume todo muy bien.

El que sirve a su esposa, se sirve a sí mismo y viceversa. El apoyo es mutuo y en acuerdo (de nuevo tienen que volver al tema de la comunicación). Quizás alguno tenga responsabilidades laborales fuera de casa y el otro dentro, pero mientras estén en común acuerdo, funcionará bien.

De nuevo, háblenlo, expongan sus inquietudes y motivos. El matrimonio es de ambos.

4. Los hijos son una encomienda de Dios

Son una bendición, sí, pero también una gran responsabilidad que Dios mismo ha puesto en sus manos. La misión como matrimonio también considera formar hijos en santidad, he ahí la importancia de estar siempre abiertos a la vida y de empeñarse en sembrar y crecer la Iglesia Doméstica.

¿Ya han hablado sobre este tema? Si no es así, les recomiendo hacerse estas preguntas clave:

– ¿Estás dispuesto a recibir los hijos que Dios quiera obsequiarnos?

– ¿Estás dispuesto a recurrir a métodos naturales para la planificación de nuestra familia, según la enseñanza de la Iglesia Católica?

– ¿Qué métodos de enseñanza te gustaría que siguiéramos con nuestros hijos?

De estas preguntas – estoy segura – surgirán muchas más.

5. El perdón es clave

Otro de los grandes consejos para matrimonios: sí, en una relación de pareja muchas veces tendremos que pedir perdón y aceptar la disculpa del otro. Les aseguro que pasará muchas más veces de las que imaginas, pero en todas ellas, solo el perdón y la búsqueda de mejora podrán opacar el rencor que sin duda (SIN DUDA) destruye relaciones.

Aquí la clave: «Sean, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso» (Lc 6, 36).

6. El matrimonio es para toda la vida

¡No deberíamos casarnos sin estar convencidos de que es para toda la vida! Para aceptar este Sacramento y recibir la Bendición de Dios, debemos estar consciente de que no hay un plan B. Por eso, la decisión debe ser libre, auténtica y plenamente meditada.

Si esto está claro, lo podemos recordar cuando sea necesario y las crisis conyugales se convierten en oportunidades para crecer juntos.

7. La cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente
En medio de la felicidad en pareja pudiera ser muy fácil olvidarnos de la necesidad tan grande que es estar cerca de Dios.

Si aún no lo hacen, comiencen a orar juntos, el uno por el otro y por la vida matrimonial; asegúrense de construir un hábito que continúe y solo se refuerce en cada una de sus etapas. Mediante la oración enriquecerán y cuidarán de su matrimonio; jamás tengan duda de ello. Siempre hay tiempo para Dios.

¿Qué te parecieron estos consejos para matrimonios?, ¿agregarías algunas ideas que consideres importantes? ¡Nos encantará leerlas! Compártelas en los comentarios para que más personas puedan conocerlas y aplicarlas.

Oro por ti.