1

No apresures las cosas. Para llegar a conocerse bien el uno al otro, hay que tomarse el tiempo adecuado, o de otra manera se sobrepondrán las expectativas e ilusiones que se tienen del otro, con consecuencias fatales para la relación a largo plazo.

2

Enfócate en lo positivo en lugar de lo negativo. Enojarse rápidamente o ser constantemente duro y crítico con el otro, va a afectar, incluso arruinar, hasta la más fuerte de las relaciones. En contraste, ser amable y gentil ayuda a que se desarrolle un amor más fuerte y duradero.

3

Aprecia las pequeñas cosas que el otro hace. No des las cosas por sentado, ni desprecies el esfuerzo que hace, por muy pequeño que sea. Tampoco esperes que siempre esté listo para ayudarte en cualquier situación, puesto que no es su obligación y es algo que hace gustosamente. Igualmente, siempre que puedas, regresa el favor y aporta tu pequeño grano de arena en la relación.

4

Disfruta de las diferencias. Es imposible que encontremos a alguien con exactamente los mismos gustos e intereses, y eso es muy bueno. Aunque es agradable compartir las cosas en común, las diferencias nos pueden hacer descubrir nuevas alternativas, además de que mantienen las cosas interesantes. Además, proveen espacios saludables entre las personas.

5

No caigan en la rutina. Si siempre hacen las mismas cosas, inevitablemente caerán víctimas del aburrimiento. Cambien un poco las cosas, busquen nuevas experiencias que puedan compartir.

6

Escucha con atención. Una clave fundamental en las relaciones es tener una buena comunicación. Pero muchas veces hablamos y hablamos, y pocas veces escuchamos. Si quieres una buena relación, más vale aprender a escuchar y entender lo que el otro dice, así como ayudar a que el otro se abra y comparta sus preocupaciones.

7

Se leal y comprometido, para que de esa manera pueda crecer la confianza. De esta manera no solo se sentirán seguros el uno con el otro, también hará que el amor que se tengan se fortalezca y se haga más profundo.